Oro, incienso, mirra… y un poco de magia.

Los Reyes Magos (o las Reinas Magas… quién sabe ) se iniciaron ese te día en el mundo de la informática e hicieron una visita a icorp, donde todo “gran ingeniero tiene corazón de niño”.

Porque es curioso, es imaginativo, es proactivo y eso lo celebramos, año con año, partiendo la tradicional Rosca de Reyes.

¿Sabías que esta costumbre viene de Palestina? se dice que el pan, hoy conocido como Rosca de Reyes, era comido durante las celebraciones de invierno en dicha población del Medio Oriente.

Luego la tradición llegó a Grecia y Roma. Ahí se empezó a disfrutar este manjar durante las “fiestas saturnales”: un banquete público, seguido por un intercambio de regalos y un carnaval con teatro.

Posteriormente llegó a Francia, donde se le denominó “Galleta de Reyes”; más tarde a España, bajo el título de “Roscón de Reyes”; y ultimadamente fue introducida en México durante la época del Virreinato, cerca del año 1600.

Antes de “el niño”, a la Rosca se le escondían en su interior habas o monedas, mientras que la forma ovoide ha representado históricamente el amor (que, como el círculo, no tiene principio ni fin).

Por su parte, el muñeco recuerda el momento en que María y José ocultaron a Jesús para así salvarlo del Rey Herodes. El acitrón, las cerezas y demás frutos simbolizan por su parte a los sabios de oriente que estaban en busca del “Rey de Reyes”.

Pero más allá de simbolismos, no lo olvides: el Día de Reyes es un momento “diferente”. Es algo familiar, pues representa convivio y celebración. Festeja que estas aquí, en el año definitivo para la humanidad, que haces lo que te gusta y tienes la capacidad para demostrarlo.

¡Venga! ¡Feliz Días de Reyes! Regala amor, regala una sonrisa y tu mejor actitud.