Cultura y Liderazgo

Martine Rothblatt y los moonshots

Astronauta flotando en el espacio y al fondo el planeta tierra, representando el caso de Martine Rothblatt y los moonshots

En 1992, se le informó a la hija de Martine Rothblatt que tenía menos de 5 años de vida. Los doctores le llamaron “Hipertensión pulmonar”, una enfermedad de los pulmones que históricamente afecta a cerca de 2,000 estadounidenses en un momento determinado. Es fácil malinterpretar lo pequeño de este número, la enfermedad en sí, es un asesino sin piedad, que acaba con la vida de prácticamente cualquier persona que toca. El pequeño número de personas que viven con “hipertensión pulmonar” es una evidencia de su virulencia, no de su frecuencia. De cualquier manera, su hija estaba muriendo, por lo que Martine decidió enfrentar al asesino.

Los doctores le dijeron que su aventura era imposible. Había muchos doctores. También, mucho tiempo entre visita y visita a cada doctor- la mayor parte de este tiempo, en bibliotecas médicas. 

Martine no recuerda el momento que decidió atacar su principal “Moonshot”-curar una enfermedad incurable en menos tiempo del que le tomaría a su hija morir a causa de esa enfermedad. Por el tiempo que se empezó a interesar en hipertensión pulmonar, Martine Rothblatt, ya estaba en medio de 2 “moonshots” en lo que actualmente es una carrera de 7 “moonshots”. Aun contando…

Hoy, Martine Rothblatt, es una de las CEOs mejor pagadas en los Estados Unidos. Sin embargo, ¿Cómo llegó ahí?. Esa es una historia interesante.

¿Cómo comenzó todo?

Martine comenzó su vida siendo un niño judío de una zona hispana en Chicago. Su vida pasó sin mucho de espectacular. Primero abandonó la universidad, después anduvo alrededor del mundo como “backpacker”. Pero un encuentro casual con un sistema de rastreo de la NASA en las Islas Seychelle, le dieron a él una idea loca: unir el mundo a través de comunicaciones satelitales.

Martín, así como Martíne, era un “ve y consíguelo”. Su visión en Seychelles lo llevó a la escuela de graduados de UCLA (Universidad de California en Los Angeles), para obtener 2 grados en Derecho y Negocios. Él convirtió esos grados en experiencia en Derecho Espacial, que fue la plataforma para la formación de una serie de compañías de comunicaciones basadas en el espacio. Estas incluyen la primera red radio satelital global, y Sirius XM, la principal red radio satelital, la cual Rothblatt fundó en 1990.

También lee: Hábitos de la gente extraordinaria

En medio de todo esto, Martín se casó, tuvo una hija a la que llamó Jenesis, se divorció, se volvió a casar y tuvo 2 hijos más, entonces decidió que estaba atrapado en el cuerpo incorrecto. Entonces, Martín se embarcó en su segundo “Moonshot”, cirugía de reasignación de sexo, y se convirtió en Martine, permaneciendo casada con la misma mujer. Actualmente siguen casadas. infortunadamente ahí es donde Jenesis se enfermó.

El camino a la cura

Martine vendió sus acciones de Sirius. Ella inyectó ese dinero para buscar una cura. Eventualmente, esto la llevó a medicina olvidada para hipertensión pulmonar. Glaxo era la dueña de la patente, pero ellos la guardaron. Martine construyó un equipo de científicos y se las ingenió para licenciar la “medicina”-estamos usando esa palabra eufemísticamente. Lo que ella realmente obtuvo de Glaxo fue una pequeña bolsa llena de algunas cucharadas de polvo blanco que – en pruebas con ratas- había mostrado cierta esperanza hace mucho tiempo. Aun así, United Therapeutics nació.

Un ciento de químicos líderes dijeron que la patente nunca llegaría a ser una medicina, pero 3 años más tarde, cuando la hija de Martine literalmente estaba en sus últimos respiros, la medicina salió al mercado. El día de hoy, Jenesis está disfrutando sus 30s, la medicina que la salvó genera 1,500 millones de dólares al año en ventas para United Therapeutics, y el número de pacientes que hoy viven con hipertensión pulmonar creció de 2,000 a 40,000.

Se logró un avance, pero no había concluido

Y si este fuera el final de la historia, sería una gran historia. Sin embargo la medicina de Martine estaba a la mitad. Pudo manejar la condición, pero no era una cura. De hecho, ahora mismo, la cura para la hipertensión pulmonar- o para ese caso, fibrosis quística, efisema, o COPD- es una trasplante de pulmón. Pero en los Estados Unidos, solo se consiguen al año 2,000 pulmones, mientras que más de 500,000 personas mueren por fallas de los pulmones solamente de causas relacionadas al consumo de tabaco. Esto, llevó a Martine a otro “moonshot”: Crear una oferta ilimitada de órganos transplantables.

“Hacemos esto con los carros y con los edificios todo el tiempo”, explica Martine. “intercambiamos viejas partes por nuevas y mantenemos las cosas funcionando, esencialmente para siempre. Quería encontrar la manera de hacer esto con el cuerpo humano”.

La segmentación de un plan de acción y resolución

Martine tomó un camino dividido en tres partes. Primero, para resolver el problema de reemplazo de pulmón, decidió no re-inventar la rueda. Hoy, a causa de que los pulmones de las personas que están muriendo se llenan de químicos tóxicos, más del 80% de esos pulmones donados para trasplante terminan en los botes de basura. Martine ayudó a perfeccionar una manera de mantener los pulmones vivos fuera del cuerpo, lo cual es técnicamente conocido como “Ex vivo lung perfusión”. Ahora, este procedimiento ha salvado a miles de vidas, pero una vez más ella no había terminado.

Te puede interesar: 3 principios de experimentos de alto impacto

Soluciones controversiales para problemas reales

Como siguiente paso, Martine atacó el más grande problema de escasez de órganos a través de la “xenotransplantación”. Es una vieja y controversial idea-cosechar órganos frescos de animales para reemplazar a los que fallan en los seres humanos-pero problemas de enfermedad, rechazo y crueldad de animales han dejado a esta técnica de lado. Martine decidió seguir empujando.

Los órganos de cerdos son similares a los humanos, entonces ella empezó ahí. Haciendo equipo con Sythetic Genomics y con Craig Venter, el mismo científico que decodificó el genoma humano, ella hizo el más completo mapa genético de cerdos a la fecha. CRISPR venció a todos los genes que llevaban a los virus, eliminando los peligros de enfermedad y produciendo un “cerdo limpio. Ahora su última meta es la más grande: vencer a los genes que llevan al rechazo de órganos en humanos. Si es exitoso, significaría una disponibilidad casi infinita de órganos- lo cual también significaría mucho sufrimiento para los cerdos.

Para combatir ese último problema, Martine está usando técnicas de ingeniería de tejidos de última generación, en un intento para saltarse a los animales completamente. Utilizando colágeno, empezó la impresión en 3-D de estructuras de pulmones artificiales. Para convertir esas estructuras en órganos vivos, está experimentando con células madre.

Venciendo el último obstaculo

Y finalmente, a causa de que muy frecuentemente toma demasiado tiempo trasladar un órgano desde su localidad actual hasta donde se encuentra el paciente receptor, Martine apoyó el carro volador de Beta Technologies, con planes para usar estos vehículos ecológicos para llevar órganos a pacientes que los necesitan. Finalmente, a la edad de 60 años, solamente por el placer de hacerlo, Martine se convirtió en piloto de helicóptero, y entonces en un vehículo diseñado por su compañía, logró un record mundial de velocidad en un helicóptero eléctrico. Todo esto dicho, para algún mes del 2028, Martine cree que la muerte por falla de algún órgano se convertirá en un problema manejable y no un hecho triste de vida.  Y tenemos el valor de 7 “moonshots” de valor para creerle.

Extraído del libro “The Future is Faster than You Think” por Peter Diamandis y Steven Kotler.

Alberto García Camacho

Amante del tennis y jugador amateur por más de 40 años. Me gusta leer temas de historia de México y libros relacionados con innovación. Socio fundador de icorp, y desde 1993 me toca dirigir los destinos de esta gran organización.