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Hacking ético: ¿Por qué hay que atacar nuestra propia red?

Manos de mujer en teclado hackeando

¿Puede ser el hackeo algo bueno? La respuesta es que sí. Así como los militares preparan sus defensas cuando el enemigo prepara un ataque, una compañía puede intentar hackear su propia red para estar un paso adelante de los criminales. Esto se llama hacking ético y utiliza las mismas técnicas y tecnologías que los hackers de sombrero negro.

Las amenazas a la ciberseguridad se han convertido en una de las principales preocupaciones de las empresas. Se estima que el gasto en este rubro ascenderá a dos trillones de dólares en todo el mundo este año. El problema seguirá ahí, pero las defensas pueden volverse inteligentes, al igual que los delincuentes. Entrar en la cabeza de un hacker es uno de los ángulos más valiosos en el acercamiento de la ciberseguridad y el hacking ético es la mejor manera de ponerlo en acción.

Este método es inteligente y proactivo y puede prevenir ataques maliciosos que pretendan hacerse con el control de una red, robar información o secuestrar todo un sistema.

Al tener en cuenta todos los escenarios posibles y pensar como un hacker de sombrero negro, los hackers éticos pueden encontrar los puntos débiles de una red y educar a los usuarios sobre buenas prácticas para evitar algún tipo de ataque.

Tácticas del hacking ético

¿Cuáles son las tácticas para “crackear” el perímetro de una red? Algunas no tienen que ver con el hackeo y se limitan a usar phishing, correos apócrifos y otros medios para engañar a los usuarios. Una de las maneras más sencillas de entrar a un sistema es a través de la gente.

Primero, un hacker debe estar seguro de que el sistema que van a atacar tiene un respaldo. Después hará un reconocimiento pasivo recogiendo información como los nombres de los empleados, correos y publicaciones en redes sociales. Siempre estarán en busca del error humano, de ahí la importancia de hacer conciencia sobre la importancia de la seguridad.

También pueden intentar obtener cosas como el código fuente del sitio objetivo, software y hardware usado por la compañía o un caché DNS. Técnicas más complejas vienen a continuación, como escaneo de puertos y la detección de sistemas operativos y bases de datos usados.

¿En dónde debe concentrarse el hacker entonces? Sin duda, en las fallas de seguridad.

Un hacker ético certificado puede usar los marcos de referencia y los procesos manuales y automatizados para sondear una red y a sus usuarios para encontrar debilidades.

Las pruebas de penetración y análisis de vulnerabilidad son dos técnicas muy usadas por el hacking ético. Ambas sirven para poder ingresar a una red y localizar las debilidades antes de que puedan ser explotadas por un agresor.

Si un hacker de sombre blanco logra entrar en el sistema puede analizar y priorizar esas vulnerabilidades para tenerlas en cuenta. También puede crear reportes para tener pruebas y ayudar a crear panes para potenciar la seguridad en esas áreas.

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¿Por qué se debe intentar hackear una red propia?

¿Cuáles son los beneficios del hacking ético? Ya sea que se haga regularmente o después de una reciente actualización o migración, esto puede ayudar a evitar perder tiempo y dinero al prevenir costosos ataques en áreas débiles de la red que no se sabía que existían. El tener un sistema fuera de servicio por un ciberataque puede ser molesto y muy caro, por lo que se recomienda tener pruebas de penetración constantemente.

Aunque haya fallas en los sistemas operativos, vulnerabilidades en el código de aplicación o problemas de punto final, un hacker ético puede ayudar a localizarlos y parcharlos para tener menos posibilidad de ser víctima de un ataque.

De igual manera, debido a que los humanos son buena parte del problema, se le puede añadir un aspecto social al hackeo para medir qué tan preparados están para un ataque, así se sabrá qué tipo de educación impartir.

Las razones para no usar el hacking ético

Habrá situaciones en las que este método no sea la mejor opción, sobre todo si hay limitaciones de presupuesto. También si el sistema no es estable o si se planea hacer cambios en el protocolo, procedimientos y capacitación. Tan solo el pequeño desajuste podría tener consecuencias devastadoras.

Otra cuestión es qué tan sensitiva es la información y si esta puede ser acordonada durante el ataque. Si los secretos no requieren el esfuerzo, entonces no vale la pena traer un hacker y exponer los datos sensibles.

¿A quién contratar para el hackeo?

Esta industria se basa mucho en la reputación. Hay que buscar a un hacker de sombrero blanco con retroalimentación positiva de sus clientes y un sólido portafolio de su trabajo.

También se pueden pedir ciertas certificaciones y habilidades, lo que indudablemente significarán una mayor experiencia y nivel de compromiso.

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Fuente: Upwork

Diego Maldonado

Apasionado del cine y de la música. Fiel asistente a conciertos y adepto de la cultura popular. Webmaster, community manager y editor de contenido en distintos sitios de internet.