Cultura y Liderazgo

Cómo crear una cultura de innovación y mejora continua

Hombre sosteniendo un foco

La palabra de moda en el mundo de los negocios ya no es sinergia, sino innovación. Las necesidades del mercado y la competencia mundial hacen cada vez más difícil lograr la diferenciación. Lo que antes tomaba años en volverse un commodity, ahora toma meses.

Antes, tener un chat en vivo en tu sitio web era una tecnología con un número limitado de proveedores. Ahora, gracias a los avances que facilitan las conexiones en tiempo real aparecen nuevos competidores. En pocas semanas, un mercado nuevo se vuelve sumamente competido y el principal criterio de diferenciación comienza a ser el precio.

La única forma de mantenerse relevante en el mercado es creando alternativas e innovando, ya sea en el aspecto tecnológico o en la forma de distribuir el servicio. Desafortunadamente, no todas las empresas están diseñadas para innovar.

La innovación requiere del compromiso de la dirección

Para instaurar una cultura de innovación y mejora continua que promueva la exploración de alternativas, debe existir compromiso por parte de la dirección de la empresa. Una organización no puede esperar que su equipo desarrolle nuevos productos y servicios y al mismo tiempo sus actividades diarias.

La dirección necesita asignar un presupuesto para la innovación. Y no, no estoy proponiendo que las empresas deban montar un departamento de innovación y hacer lluvias de ideas sin parar.

En icorp iniciamos un departamento de innovación en el que se piensan nuevos modelos de negocio y se exploran nuevas líneas de negocio, las cuales se ejecutan para el hoy. El rol del departamento va más allá de la búsqueda de nuevos productos, este asiste a los demás y los impulsa a explorar, seguir aprendiendo y experimentar.


La creatividad no es un reflejo del espacio, el espacio es un reflejo de la creatividad.

La creatividad no es pintar un muro de colores y pizarrones

Ben Chestnut, CEO de Mailchimp, menciona en su plática de Creative Mornings que la creatividad no es un reflejo del espacio, sino que el espacio es un reflejo de la creatividad. Lo que requiere una empresa para concebir nuevas ideas es entender cómo funcionan las cosas actualmente, experimentar y tener permiso de equivocarse.

Los colaboradores dentro de las organizaciones tienen que estar familiarizados con los objetivos de la empresa para alinearse con estos. Así, los miembros del negocio pueden empezar a pensar en la solución más apropiada. Por ejemplo: si el objetivo del equipo es llegar al otro lado del río, los integrantes pueden analizar el ¿por qué debemos de cruzar el río? ¿De qué formas se puede cruzar? ¿De verdad un puente es lo que necesitamos? ¿Con cuánta premura debemos cruzarlo?

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¿Cómo vivir la cultura de innovación y mejora continua?

Este es el más grande los retos. Las empresas son organizaciones complejas con estructuras de comunicación y valores definidos. Los perfiles de riesgo y objetivos de las empresas cambian dependiendo de los ciclos económicos, edad promedio de los colaboradores, la industria y las regiones. Imagina que es como una vereda, mientras más personas pasen por esta, más difícil va a ser que crezca el pasto. Por ese motivo, fomentar una cultura de innovación y mejora continua resulta complicado.

Lo más importante es el permiso a equivocarse

Por permiso a equivocarse no me refiero a tolerar errores en la captura de información, o ser laxos con respecto a los lineamientos y políticas. Me refiero a permitir a las personas involucradas proponer cambios y hacer sugerencias de mejoras sin temor a ser juzgados o criticados.

Es importante permitir a todos proponer nuevas ideas. No todas serán relevantes, útiles o posibles; pero mientras más ideas se tengan, podremos elegir entre más opciones.

Cultura de innovación y mejora continua: en resumen

Las organizaciones tienen la necesidad de innovar en sus productos, distribución o precios para mantenerse relevantes en el mercado y combatir competidores de copia. No obstante, innovar es algo complicado y requiere de compromiso por parte de la dirección para fomentar un ambiente que está abierto a propuestas y al cambio.

Raul Troyo

Ñoño autoproclamado. Apasionado del desarrollo de producto, los diagramas y el modelado en Excel. Día a día busca entender problemas para encontrar soluciones. Actualmente coordinador del equipo de R&D.