Un grupo de hackers ha robado los registros de llamadas de diez compañías telefónicas del mundo, esto como parte de un espionaje masivo que busca agredir a 20 individuos en específico. Cybereason, la firma de seguridad que lo descubrió llamó al ataque «Operación Softcell», y lo considera tan sofisticado que podría estar respaldado por un Estado.

El objetivo de los ataques es conseguir detalles de las llamadas como hora, fecha y ubicación. Estos metadatos son sumamente valiosos, y si una compañía no se percata de que su red ha sido infiltrada, los agresores pueden acceder a estos en tiempo real sin levantar sospechas de los usuarios.

Amit Serper, jefe de investigación de seguridad en Cybereason, comentó que la penetración de los hackers ha sido tal que «podrían tirar las redes cuando quieran», pero que sus intenciones probablemente se limiten al espionaje. Los objetivos parecen ser militares y funcionarios de alto rango, cuyos movimientos habrían quedado expuestos tras el ataque.

Las acciones de estos hackers fueron descubiertas en 2018, pero se remontan hasta siete años. Los investigadores dicen que las agresiones continúan y que los servidores criminales siguen operando.

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Diez telefónicas sin nombrar de Europa, Asia, África y Medio Oriente han sido víctimas del ciberataque. Por ahora, se cree que ninguna compañía de Norteamérica ha resultado blanco de la agresión.

Cybereason dice que los hackers accedieron a las redes al encontrar un servidor expuesto y explotando una vieja vulnerabilidad. Después, crearon cuentas para volver a entrar fácilmente. Los indicios apuntan a que el gobierno chino está detrás de la operación.

Fuente: The Verge