Gestión de Calidad

3 cosas de las que nadie habla sobre las certificaciones ISO

¿Has decidido tener una o varias certificaciones ISO? Obtener una certificación es un objetivo que muchas empresas se proponen; Esto puede tener muchos beneficios operativos y comerciales, pero hay ciertas cosas que nadie te dice sobre esta meta a alcanzar que aquí te vamos a contar. La idea no es desanimar la decisión de certificación, sino mostrarte el panorama completo de este proceso.

1. La certificación no es un requisito normativo 

¿Sabías que las normas ISO no piden como requisito la certificación? Al revisar varias normas ISO, te vas a dar cuenta de que no dicen nada sobre obtener una evidencia de que estás certificado. De hecho hay normas que el Comité de la ISO (Organización Internacional de Normalización) indica que no son certificables.

¿Eso quiere decir que tu empresa puede seguir al pie de la letra la norma y tener las mejoras prácticas por ISO sin certificación? Sí.

Lo que va a generar los mejores beneficios a tu empresa es la mejora en la operación que resulta de adoptar las recomendaciones. Eso sí, una certificación va a poner a tu empresa en ventaja frente a tu competencia y va a generar mucha más confianza a tus clientes, pero eso no significa que operes mejor que las otras que no la tienen.

2. Se certifican los servicios o los procesos, no la empresa

Cuando una empresa decide obtener una o varias certificaciones ISO, se estarán certificando un conjunto de servicios, sedes o procesos del Sistema de Gestión, y no la empresa como tal. Esto dependerá del alcance que decidas certificar y muchas veces de esta decisión dependerá también el costo de la certificación.

Son estos procesos y servicios que buscan alcanzar uno o varios objetivos los que conforman al Sistema de Gestión, por lo que podrás decir en tu estrategia de generación de demanda de clientes, que tu empresa está certificada sin problema.

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3. Puede ser que no obtengas la certificación

En el proyecto de implementación de un Sistema de Gestión, pueden haber varios factores que impidan que la empresa se certifique. Por ejemplo, si llegara a haber una no conformidad en la auditoría, la empresa certificadora puede no entregar el certificado hasta que se resuelva. Si no se llega a resolver, la empresa no se certificará. 

También puede pasar que ya que la empresa se certificó, el equipo abandone la adopción de las recomendaciones y no se siga la mejora continua del Sistema de Gestión. En la auditoría de renovación, se puede detectar que la empresa no merece continuar certificada, a pesar de todo el esfuerzo que conlleva la certificación inicialmente. Por eso es importante seguir la estrategia de adopción que viene después de la certificación.

Ahora sí, ya sabes los secretos detrás de las certificaciones, y ya tienes más elementos para decidir certificarte. ¡Mucho éxito!

 

Alejandra Aguilar

Licenciada en Finanzas por la Universidad Anáhuac, lidera el Programa de Calidad de icorp y proyectos enfocados en la mejora continua y en la habilitación de un entorno de excelencia. Además, estudia la licenciatura en Filosofía y le interesan temas económicos y el análisis político.